Imagina que caminas por un sendero rodeado de montañas imponentes,
y sientes una presencia que resuena con una fuerza silenciosa.
Frente a ti, aparece Poder,
un ser de elevada estatura y postura erguida, con un brillo magnético en sus ojos.
No necesita hablar para imponerse;
su energía irradia seguridad y acción.
Cuando lo miras, una pregunta emerge en tu mente:
“¿Qué harías si tuvieras el poder de actuar sin miedo?”.
En ese momento, sientes una corriente de energía que te anima a reflexionar sobre cuándo has actuado desde tu propia fuerza interior.
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